
Roda: Resumen del 2023
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24/01/2024

Cuando Roda se mudó a su primera oficina “de verdad” este año, me di cuenta de que era el décimo lugar distinto desde el que habíamos operado en apenas tres años. Cuando Roda no era más que un proyecto piloto, nos reuníamos con nuestros clientes en los mismos lugares donde ellos se encontraban: en las esquinas donde se congregaban los mecánicos de bicicletas en todo Bogotá y en los Rappi-hubs informales que había por la ciudad. Con el crecimiento de 2021, pasamos a trabajar en garajes pequeños llenos de grasa, y en 2022 llegamos a la relativa paz y tranquilidad de los espacios de coworking. Ahora, mientras escribo desde la recepción de nuestra propia oficina, me detengo a pensar en lo increíblemente improbable que fue llegar a este punto.Roda se construye sobre dos premisas audaces. La primera: las personas excluidas de las instituciones financieras formales son mucho más cumplidas de lo que los bancos creen. La segunda: la movilidad eléctrica para quienes trabajan en la gig economy es un camino viable hacia la prosperidad, tanto para la empresa como para el cliente. Hoy hemos otorgado más de un millón de dólares en préstamos a migrantes venezolanos, de los cuales el 80% ya ha sido devuelto; se trata de un segmento que prácticamente no es atendido por la banca formal en Colombia. Queremos que nuestros clientes crezcan con nosotros: el cliente promedio duplica sus ingresos en los primeros seis meses tras recibir su préstamo, mientras que los clientes más destacados pueden elevarlos hasta cinco veces. Con las bicicletas eléctricas que diseñamos, fabricamos y mantenemos, ya hemos reemplazado más de un millón de millas de transporte a combustión, teniendo un impacto medible en la calidad de vida tanto de los conductores como de los habitantes de Bogotá. Este “Year In Review” es una carta de agradecimiento al equipo de Roda por creer en esta visión tan ambiciosa, y a nuestros clientes por demostrar que funciona.
Antecedentes y Filosofía
Entre 2018 y 2020, entrevisté a cientos de venezolanos en Venezuela y en Colombia. Me asombró el talento que encontraba en empleos informales: una pareja que dejó la facultad de derecho para vender cerámica puerta a puerta en Cúcuta, un ingeniero mecánico que trabajaba como repartidor en Bogotá, una odontóloga de sesenta años con una voz privilegiada que había sufrido una caída y fracasado con su puesto de frutas en Cartagena, o incluso un emprendedor con apenas educación primaria pero con mejores habilidades numéricas que muchos universitarios. Todas estas personas habían sido rechazadas por las instituciones financieras colombianas: no podían acceder a un crédito para comprar una moto y trabajar, no podían firmar un contrato de arriendo formal debido a la forma en que se manejan las pólizas de alquiler en Colombia, y ni siquiera podían conseguir internet en casa sin que un colombiano firmara el contrato. Sin apoyo financiero, por muy ingeniosos que fueran, era casi imposible salir adelante.
La tarjeta de residencia que muchos reciben (PEP o PPT) concede muy pocos derechos y, para la mayoría, la posibilidad de obtener una visa completa resulta inviable. De los 7 millones de venezolanos que han salido de su país en la última década, alrededor de la mitad se han establecido en Colombia. Aunque algunos tienen ciudadanía colombiana por lazos familiares, la mayoría sigue luchando por afianzarse. A pesar de la situación actual de Venezuela, fue un país de ingresos medios hasta aproximadamente 2013, con altos índices de alfabetización y un sistema público de educación razonablemente sólido. La mayoría de venezolanos tenía cuentas bancarias en su país, pero al migrar se quedaron “guardando sus ahorros en cajas de madera” o “pidiendo prestado a amigos o familiares”. Roda nació para atender estas necesidades con la convicción de que el sector financiero formal se equivocaba al ignorar a los migrantes.

Laura, head of risk management, thrilled to be in our newly remodeled reception area of the office.
El Enfoque de Roda
La manera de abordar este desafío es simple: otorgamos préstamos con una alta probabilidad de elevar los ingresos del cliente. Para lograrlo, estandarizamos el tipo de préstamo. Los estudios sobre microfinanzas tradicionales son mixtos, y nuestro objetivo es ofrecer algo mejor. La mayoría de investigaciones concluye que el aumento de ingresos de los clientes de microfinancieras suele ser mínimo o nulo. Piensa en un banco de microfinanzas enfocado en el “microemprendedor” romántico: evaluar un puesto de perros calientes en una esquina, un negocio informal de ropa importada en otra y un vendedor de frutas requiere métodos completamente distintos. Además, los datos que aportan esos empresarios informales suelen estar incompletos o ser inexactos, y muchas veces mezclan sus ingresos personales con los del negocio. Por ello, es común que los préstamos se terminen usando para cubrir gastos personales en lugar de invertir en el negocio.En Roda, nuestro cliente transita un camino distinto y más sencillo: analizamos los ingresos de los trabajadores de la gig economy, les ofrecemos un crédito que mejore su eficiencia en ese ámbito y, posteriormente, evaluamos otros productos financieros.

“Un buen director de operaciones soluciona problemas. Uno excelente los prevé y evita que sucedan.”
— Carlos (COO) y Santiago (científico de datos) durante la primera semana en la nueva oficina.
Las bases de datos limpias siempre han sido lo más popular
En el papel, los migrantes representan un riesgo crediticio altísimo para la banca tradicional. En esencia, el crédito es una relación entre deudor y acreedor: el análisis de riesgo mide la capacidad del deudor de cumplir sus promesas y la cobranza depende de la comunicación necesaria para hacer cumplir ese compromiso. En Roda, nuestro análisis de riesgo se basa en un algoritmo de aprendizaje automático que evalúa tanto la responsabilidad del cliente como su red social. En 2023, incorporamos a personas clave para perfeccionar este algoritmo. Aunque el análisis de riesgo suele llevarse el protagonismo, prestar dinero y no recuperarlo es, en la práctica, el modelo de negocio más habitual y menos exitoso de todos los tiempos. Por ello, quienes trabajan en nuestras bases de datos merecen un reconocimiento por gestionar de manera eficiente la información de cobranzas y comunicación con los clientes.Gracias a las mejoras en el modelado de crédito y en la gestión de datos, hemos logrado, con más de 10,000 préstamos otorgados y un total de un millón de dólares emitidos (de los cuales ya se ha recuperado el 80%), mantener nuestras tasas de morosidad un 50% por debajo del promedio nacional. Y todo esto en un segmento “inviable” según la banca convencional.

En 2023, nuestro equipo casi duplicó su tamaño.
“Matando Tigritos” y Nuevas Oportunidades
Varios clientes han sobrepasado tanto nuestras expectativas que lanzamos una nueva categoría de producto: el “tigrito”. Descubrimos que un préstamo para una moto o bicicleta eléctrica, comparado con una bicicleta básica, como mínimo duplica los ingresos de un cliente, y en los mejores casos hasta los quintuplica. Ese incremento abre la puerta a otros productos financieros. Un “tigrito” es un término venezolano que describe un “hustle” o trabajo adicional. Identificamos diferencias concretas entre quienes buscan un “tigrito” y los llamados microemprendedores. Estos últimos suelen acudir a nosotros como su última opción, pues necesitan sacar adelante a sus familias a través de un negocio propio. Con frecuencia, los microemprendedores sobreestiman sus ingresos potenciales y subestiman el tiempo que toma obtener clientes. Por el contrario, cuando hablamos de un “tigrito” pensamos en la emoción de una oportunidad de crecimiento. Y, muy importante, el cliente debería poder pagar el préstamo incluso si la idea no sale tal como esperaba. Por ejemplo, financiar un nuevo puesto de perros calientes puede acabar siendo perjudicial si las cosas no funcionan, mientras que exportar pantalones a tu primo en Caracas, con un proceso más claro y un colateral definido, puede llevarse a cabo incluso teniendo otro empleo.

“Con Tatiana y Paula, celebramos el tercer puesto de un cliente de Roda en todo Bogotá.”
Hablo de los “tigritos” porque tienen un impacto decisivo en la movilidad social. En la última década, grandes programas de ayuda financiados por gobiernos y donantes privados han hecho mucho bien, pero a menudo carecen de un modelo sostenible. Con Roda, los clientes comienzan duplicando ingresos gracias a un préstamo para movilidad y, más adelante, pueden aspirar a otros productos que los ayuden a dejar atrás la dependencia de los repartos a domicilio. Y esa es una base sólida para los más de 130,000 repartidores que hay en Colombia.



“Jeysson, nuestro diseñador líder, falleció inesperadamente este año. Su pasión por el producto sigue viva en cada curva y cada corte de nuestro hardware.”
Además de motocicletas y bicicletas eléctricas, los productos financieros que ofrecemos rompen con el enfoque tradicional del crédito, que con frecuencia deja fuera a quienes no cumplen los requisitos de la banca formal. En 2023, lanzamos un sistema de credit scoring on-chain para nuestros clientes, basado en la blockchain de Celo. Medimos factores del desempeño de los usuarios que ayudan a predecir la probabilidad de pago y los registramos en la cadena. Esto sirve para (1) mejorar nuestro scoring interno, (2) dejar constancia de las emisiones de CO2 que evitamos al cambiar motos de 2 tiempos por vehículos eléctricos y (3) crear un historial crediticio público que otros acreedores puedan consultar. Así, los migrantes pueden empezar a construir su crédito, mientras el gobierno colombiano sigue refinando los procesos de visado.
Tuk-Tuk Mobility: Indestructibilidad, Asequibilidad y Productividad
Uno de mis ensayos favoritos, “Por qué los grupos rebeldes aman la Toyota Hilux (o ‘Trucks of the Taliban’)”, sirve de referencia para comprender cómo evolucionarán los vehículos eléctricos en los países emergentes durante las próximas décadas. Si bien la pieza habla de grupos insurgentes, pone el foco en valores que normalmente se pasan por alto en estos mercados: la Hilux es popular porque es casi indestructible y fácil de reparar. En cambio, los vehículos eléctricos hoy arrastran la fama de ser complicados de arreglar y poco resistentes.

“Probando un nuevo modelo en un trayecto de 120 millas atravesando la Cordillera Oriental y descendiendo hacia las llanuras cercanas a Villavicencio.”
Para poder ofrecer calidad desde el principio, el truco está en los usuarios que realmente dependen de su vehículo para generar ingresos. Si un vehículo eléctrico les permite ganar más, estarán dispuestos a invertir en calidad y a adoptar este tipo de movilidad a largo plazo. A través de nuestra marca Guajira, Roda lanzó este año una e-bike diseñada para usos exigentes y que incremente los ingresos de sus conductores. A diferencia de las típicas bicicletas eléctricas con baterías para 20 o 30 millas (pensadas para el día a día o para paseos de fin de semana), la Guajira posee un sistema de baterías intercambiables con más del doble de capacidad.

“2023 fue el año en el que más me crucé con clientes por la calle. Nunca deja de emocionarme ver nuestras bicis en acción. Sora, la mujer de la foto, fue nuestra primera clienta.”
En 2023 lanzamos más de 80 bicicletas, como proyecto piloto para comprobar si este modelo era factible. Hasta ahora, han recorrido en conjunto más de un millón de millas que, de otro modo, se hubieran hecho en motos a gasolina muy contaminantes. Por cada dólar que invertimos en la fabricación de estos vehículos, los usuarios generan cinco. De cara al futuro, estamos más convencidos que nunca del potencial de la movilidad eléctrica. Se prevé que entre 2022 y 2025 el costo de las baterías baje otro 40%. Diseñar hoy para la calidad significa ofrecer esa calidad a gran escala mañana. Actualmente nos concentramos en los trabajadores de la gig economy, pero también vemos otros sectores que podrían beneficiarse de vehículos indestructibles, fáciles de reparar y capaces de impulsar sus ingresos.
